Con al rededor de 260 pueblos originarios México se posiciona como una de las naciones con mas diversidad lingüística, cultural y étnica, de latinoamérica, ello lo podemos ver en sus diferentes contextos a lo ancho y largo del país norteamericano.
Mujer Rarámuri y/o Tarahumara del estado de Chihuahua al norte de México.
Las raíces prehispánicas
“El proceso de sedentarización promovido por la agricultura no se dio en las regiones más norteñas de nuestro país porque la falta de lluvias hacía mucho más difícil cultivar plantas; los pobladores de estas zonas siguieron dependiendo principalmente de la caza y la recolección. Así surgió la distinción entre dos grandes áreas culturales de los pueblos indígenas: Mesoamérica, al sur, y Aridoamérica, al norte.”
La historia de los pueblos indígenas mexicanos se inició hace más de 10 mil años, cuando los primeros grupos de seres humanos provenientes de Asia y del norte de América llegaron al territorio de lo que hoy es nuestro país. Ya desde entonces estos grupos hablaban idiomas diferentes y tenían tradiciones culturales distintas, pero todos vivían de lo que los antropólogos llaman la “caza y la recolección”, es decir, de cazar y pescar animales y recoger plantas y frutos silvestres. Al distribuirse en los diversos ecosistemas que existían en México, las diferencias entre estos grupos crecieron, pues cada uno adaptó su forma de vida y su cultura a sus particulares condiciones medioambientales.
Estas diferencias se hicieron más profundas hace aproximadamente 7 mil años, cuando los pueblos que vivían en el sur de lo que hoy es México comenzaron a cultivar plantas, como el maíz, la calabaza, el chile y el frijol. Estos pueblos agricultores se establecieron en aldeas hace aproximadamente 4 mil años.
Conquista y Colonia, las diferentes experiencias
Los españoles llegaron a lo que hoy es México en 1517 y en los siguientes 50 años conquistaron la mayor parte de Mesoamérica, cambiando radicalmente la vida de los pueblos indígenas de esa zona cultural. Sin embargo, el impacto de la conquista fue diferente en cada región y para cada pueblo.
En el centro de México la conquista militar española fue muy rápida porque muchos pueblos indígenas, como el totonaco de Veracruz y el nahua de Tlaxcala, se aliaron con los recién llegados para ayudarlos a derrotar a los poderosos aztecas, o mexicas, a quienes consideraban sus peores enemigos. Posteriormente, estos pueblos, más los vencidos mexicas, ayudaron a los españoles a extender su dominio a otras regiones de Mesoamérica, como Michoacán, Oaxaca, la zona maya de Chiapas y Yucatán y también Guatemala y Centroamérica. Igualmente, emprendieron juntos la colonización de Aridoamérica y Oasisamérica.
La consecuencia más devastadora de la conquista española fueron las epidemias que llegaron con los españoles. La viruela, la peste, el tifo e incluso la gripe eran enfermedades desconocidas en América y por eso sus habitantes no tenían defensas contra ellas. A lo largo de los siglos XVI y XVII sucesivas epidemias los asolaron, provocando en México la muerte de más de la mitad de la población indíge
Del pasado al presente
“Los pueblos de Aridoamérica, que no estaban acostumbrados a tener un gobierno ni a pagar tributos, no estuvieron dispuestos a aceptar la dominación colonial, por ello la colonización fue mucho más lenta y enfrentó violenta resistencia en esta zona.”
La vida de las comunidades indígenas es inseparable de sus tierras y su territorio. En primer lugar, los pueblos indígenas mesoamericanos han vivido de la agricultura desde hace miles de años y por ello las tierras de cultivo se han vuelto fundamentales para su supervivencia física y para la continuidad de sus comunidades.
Tradicionalmente, los agricultores mesoamericanos cultivaban maíz, frijol, calabaza y chile, entre otras plantas nativas, y hasta hace poco usaban tecnologías milenarias, como el bastón plantador, o coa, para hacer los hoyos en la tierra donde se colocan las semillas de maíz, y el método de cultivo de tumba, roza y quema.
Desde el siglo xix, la pobreza indígena ha sido vinculada con su cultura y se ha atribuido fundamentalmente al atraso cultural, a las costumbres “primitivas”, a la dieta insuficiente e incluso a la inferioridad racial.
Por ello se ha considerado que la única solución verdadera a ese problema tenía que ser el abandono de la cultura indígena y la integración de la población de las comunidades a la nación moderna, que supuestamente estaba ya encaminada en el rumbo del progreso.
El México de hoy
"El intelectual y dirigente político mixe Floriberto Díaz Gómez acuñó el término “comunalidad” para referirse a las características esenciales de las comunidades indígenas que tienen que ver con su historia, su futuro y la relación con el entorno natural"
Por esta razón, los proyectos de desarrollo dirigidos a los pueblos indígenas hasta hace poco, han sido aculturados y han fomentado la educación en español y la enseñanza de los valores y la cultura nacional; han buscado el aumento de la producción agrícola y artesanal de acuerdo con los principios de rentabilidad de la economía capitalista dominante en el país, y han propuesto la mejoría de sus formas de vida, como higiene y costumbres, según las concepciones imperantes en la ciencia y la sociedad occidentales de la época. De esta manera el gobierno construyó carreteras, fundó empresas, introdujo obras de riego y fertilizantes, financió empresas, construyó escuelas y clínicas con el objetivo de ayudar a los indígenas a superar su pobreza y, al mismo tiempo, a dejar de ser indígenas.
Sin en cambio la resistencia de los pueblos de México sigue en pie demostrandonos que han hecho parte de este país desde hace 4500 años, componiendo una de las sociedades con mucha riqueza, y de las más diversas del mundo, como parte de la interculturalidad que se vive hasta nuestros días, de esta forma podemos entender un poco de de la historia de México y los diferentes procesos por os cuales los pueblos originarios de México han pasado.
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